¡Aventura y ricura en las cascadas de Naranjal!

No soy buena para ser blogger de viajes, tengo poco sentido de orientación y mala memoria y no podría escribir una entrada con toda una guía para transportarte en X lugar del mundo. Pero lo que sí voy a tratar, es de dar unos breves consejos a quienes alguna vez quisieran ir a explorar El Cerro de Hayas que queda a unas cuantas horas de Guayaquil.

Las siete cascadas de Naranjal o mejor conocido como Cerro de Hayas, es uno de esos lugares a donde te tienes que ir a meter cuando estás harto de la vida. Es uno de esos sitios verdes que te limpian y te hacen apreciar el mundo y agradecerle todo lo que nos regala gratuitamente. Lo mejor de este lugar, es que está escondido no muy lejos de Guayaquil, a unas dos horas más o menos y es una buena idea si ya estás cansado de ir a la playa todo el tiempo y deseas algo diferente.

Como he ido dos veces, en este post les voy a dar algunos consejos de cómo disfrutar de estas cascadas y las razones por las que creo que es uno de los mejores sitios turísticos que tenemos en la costa de Ecuador, el cual infortunadamente no es tan conocido para turistas extranjeros, considero que aún esta subvalorado incluso para nosotros los locales.

Aquí van:

  1. Levántate temprano: Mira, si no lo haces, te podrías perder de mucho. La única forma de recorrer esto bien es ir temprano y con mucha energía, te tomará mucho tiempo subir hasta todas las cascadas y bañarte el tiempo que quieras en cada una de ellas; así que debes despertar a las 07h00, desayunar muy bien, salir alrededor de las 08h30 de tu casa para llegar a tu destino a las 10h00 y un poco más. Ten en cuenta que solo puedes quedarte en el lugar hasta las 16h00 porque así lo dice el reglamento.

Anécdota: Con una de mis mejores amigas llegamos a la sexta cascada y nos bañamos “al vuelo”, inmediatamente llegó uno de los guardias de seguridad y nos ordenó salir. Nadie puedo quedarse allí al caer el sol, y el camino de regreso pues sí es un poco largo, por eso te prohíben quedarte más allá de las 16h00, porque la caminata de vuelta es casi una hora, seguro. Ese día recién salimos de Guayaquil a las 11h00 (GRAVE ERROR) por eso no se disfrutó tanto.

  • No vayas en transporte público:  Mi hermano lo hizo de esta manera y a pesar de que disfrutó del paseo de una forma increíble, me contó que la forma de transportarse es un trámite completo. Tomó un autobús en la terminal terrestre, este lo dejó en la carretera y luego tuvo que pedir un taxi que demoró dos horas en llegar hasta Cerro de Hayas y encima le costó un ojo de la cara.

Consigue un amigo con carro, aporta con la gasolina y todo será mucho más fácil. No te amargues la existencia.

  • Usa GPS. Porque como mencioné antes, no sé cómo guiarte y decirte que vía tomar o a cual peaje ir. Sin Google Maps no eres nadie.
  • No lleves mascotas:  Mi amiga llevó a su perrita Canela y tuvimos una discusión con los encargados de la entrada. Habíamos visto en Instagram fotos de personas y sus mascotas en el lugar y asumimos que estaba permitido, pero las reglas han cambiado: antes era permitido ir con perros, pero existe el riesgo de que se pierdan, ataquen a alguien o que hagan sus necesidades allí.

De todas formas, tu perro, por más joven y escalador que sea, no va a poder subir más allá de la tercera cascada. Para llegar a la cuarta hay una escalera de metal que solo podría escalar un humano, el perro no tendría como acompañarte, así que después de todo, las reglas del lugar no están mal con respecto a este tema.

  • Lleva agua y ponte zapatos cómodos: Lleva bastante agua en unos tomatodos, lleva frutas o galletas para no pasar mucha hambre y acidez durante el camino, y escoge bien los zapatos. Resbalarse es facilísimo, debes ir muy lento. La ropa lógicamente debe ser sport, escoge leggins, calentadores, shorts deportivos, licras con algún traje de baño debajo. No recomiendo jeans para nada.
  • Prepárate para escalar y cansarte mucho:  Vas a tener que subir muchas escaleras (en lugares donde lo haya y si es que lo hay) y muchas rocas con cuerdas. Mira, si eres deportista, esto será pan comido para ti, y si no lo eres, pues tampoco es tan malo. En lo que debes tener mucho cuidado es en caminar despacio por los bordes de algunas las cascadas, hay unos que son muy finos y si no vas despacio podrías tener algún accidente.

Si yo pude, todos pueden. Soy cero escaladora y lo logré.

  • Elige las mejores cascadas para quedarte un buen rato:  Como sabes que el camino es largo, debes seleccionar bien en cual prefieres nadar más tiempo. Todas las cascadas son bonitas, pero hay unas muy chiquitas y sin mucha profundidad, así que te diré cuáles son las mejores donde podrías nadar. Para mí una de las mejores es la tercera (tiene una profundidad enorme y una cascada fuerte y grande, sientes que te limpia todo, es hermosa, una de las que más disfruté). Si tuviera que elegir, tomaría esa, la quinta, la sexta y la séptima como mis favoritas.

¿Qué es lo mejor de este lugar?

Los paisajes, el agua es helada, viene directo de la montaña (esto es perfecto al menos para mí). Las cascadas son violentas y refrescantes, hay muchísimos arboles hermosos; a veces también hay mucha gente, pero nunca está al punto de no poder bañarte o caminar.

¿Un secreto?

En realidad, no son siete cascadas, son nueve. Las otras dos están más arriba y muy escondidas.

¿Viviera allí como el tipo de “Naufrago”?

Pues a veces me lo pienso que sí, pero no me veo conviviendo con insectos o sin una laptop. Es indispensable para la mente humana salirse de la ciudad, matar la cotidianidad e ir a bañarte en un rio como un niño de la selva; si me fuese posible haría eso, comería plantas, me bañara solo con el agua que me da la madre tierra y pasearía desnuda sin vergüenza, me dedicara a escribir y a no tener contacto con nadie. Esto, por supuesto, solo son los pensamientos de una persona irrealista, por eso solo lo sueño y jamás lo acciono; no puedes pretender vivir muy aislado porque luego hasta el mismo río y canto de los insectos te parecería aburrido con el tiempo.

En conclusión, te vas a refrescar mucho, puedes hacer fotos lindísimas y te vas a beneficiar porque el agua del río limpia el alma y las emocionas cargadas ¡No hay nada mejor que una cascada rebotando en tu cabeza! ¡Tienes que ir al menos una vez en la vida! Y lleva algún amigo gringo para que sepa que Ecuador no es solamente Galápagos.

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